Cada vez son más las voces que piden un sistema escolar que se esfuerce para abordar algunos de los problemas a los que con más frecuencia se enfrentan los docentes, incluido el cuidado de su salud mental.
Muchas escuelas no tienen suficientes profesores. Los problemas actuales a los que se enfrentan los profesores incluyen además problemas de conducta y miedo a las familias de los alumnos. Actualmente todo el mundo es maestr@ y ninguno ejerce sus funciones y obligaciones. Es sencillo delegar la responsabilidad de la educación en otros.
Ya existen centros escolares que brindan una mayor capacitación en salud mental a los trabajadores y más apoyo en el aula. También proporcionan recursos destinados a identificar a los docentes agotados o ‘quemados’ para integrarlos en sus planes de ayuda.
Estar agotado significa que una persona se ha cansado física o emocionalmente (o ambos) después de realizar un trabajo difícil durante un tiempo prolongado. La falta de recursos y las administraciones intransigentes deberían practicar la resilencia y la escucha activa para entender y ser más eficientes.
Un estudio reciente de opinión, realizado por Rand Corporation, encontró que en EE.UU., en comparación con otros adultos trabajadores, el doble de directores y maestros reportaron estrés frecuente relacionado con el trabajo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del citado país analizaron un estudio similar realizado por una asociación de profesionales de la salud mental de Nueva Orleans. Se encontró que los educadores que trabajaron durante la pandemia de COVID-19 informaron de tasas de dificultades emocionales similares a las de los trabajadores de la salud: el 36% mostraba signos de ansiedad, el 35% mostraba depresión y el 19% tenía síntomas de trastorno de estrés postraumático.
Leigh Mclean encontró niveles de depresión, ansiedad y cansancio emocional entre los maestros de escuela primaria entre un 100% y un 400% más altos que antes de la pandemia.
Y una escuela primaria de Indiana comienza la semana con “Mindful Mondays”, donde los maestros guían sus clases con respiración profunda. También tienen “Jueves pensativos”, en los que se pide a un estudiante que escriba una carta a alguien que trabaja en la escuela para demostrar que está agradecido. Los viernes, alumnos y profesores hablan sobre autocuidados.
Un número creciente de empresas ofrecen formación para mejorar la salud mental de sus empleados. Los métodos para conseguirlo incluyen ejercicios de respiración, yoga, movimientos suaves y meditación.
Un programa destinado a mejorar la salud mental es cultivar la conciencia y la resiliencia en la educación (CARE). Cuando se aplica, los investigadores han encontrado reducciones en el estrés y mejoras en las interacciones de calidad en el aula, descubriendo que ayudaba a los estudiantes a mostrar un mayor compromiso con el centro educativo.
Desde Anahata Terapias Manuales te recomendamos que hagas un ejercicio de escucha: escucha a tu cuerpo y libérate del yugo de tus cadenas, exterioriza tus emociones reprimidas, sal de tu zona de confort, visita la montaña y llora o patalea hasta que liberes tu diafragma.
Y si todo lo anterior no es suficiente y necesitas ayuda, en Anahata estaremos encantados de recibirte y aplicar técnicas de masaje antiestrés o una espectacular sesión de Reiki.
La salud es algo más que la ausencia de enfermedad.