Hablar de escalada sin ser escalador es como hablar del cambio climático y llevas a tu hij@ al colegio en coche dos calles más allá de tu casa. Desde mi corta experiencia os puedo hablar de lo que no es la escalada.
Diario de un divagador de sueños
Con la ilusión de un niño con su primer juguete, con los pies de gato en la mano y equipado, en apariencia, como un verdadero escalador me disponía a afrontar mi primer día en la modalidad de “bouldering indoor”. Una modalidad que se practica en el interior de un rocódromo preparado de manera artificial y con medidas de seguridad que simulan la práctica en roca.
Las manos entendieron rápidamente donde me estaba metiendo, mi alma me dijo: “por fin estas en casa”. Y mi cabeza me decía: “aquí falta algo”. Fue una bomba de emociones contrarias que terminaron por engancharme. No entendía él porque estaba allí, solo estaba.
Entre el dolor y la satisfacción de la práctica, entendí rápidamente lo que no era la escalada. Con el fin de integrarme y ser uno más, me di cuenta que entre mi equipo sobraba una prenda, la camiseta. Al parecer, para la práctica, la camiseta es una prenda innecesaria. Aún tengo la duda de si escalar sin camiseta te da ventaja en la escalada.
Además, los rocódromos se convierten en un club social donde la gente se pasa más tiempo tomando cervezas y haciendo fotos para compartir en las redes sociales y mostrar lo “guay” que soy, que escalando y descubriendo cual es la esencia y la belleza de la escalada.
En mi cruzada particular por la búsqueda de la esencia de la escalada, me tope con dos verdaderas joyas editoriales. Dos libros que recomiendo a todas las personas que tengan un impulso interior irrefrenable por practicar la escalada. El primero de ellos es “La escalada es el nuevo yoga” que trata de alejarse del ruido mediático, las fotografías impresionantes y los movimientos espectaculares para buscar la relación del yoga con la escalada y alcanzar la esencia primaria de la práctica. El segundo de los libros es “Ejercicios para entrenar y progresar en la escalada” que trata los aspectos técnicos de la escalada desde su belleza plástica. Un libro precioso a la altura de una práctica liberadora.
El yoga, la meditación, Chi kung, entre otras modalidades son algunos de los medios para alcanzar a vislumbrar una luz que elimine el ruido de la escalada.

El momento presente y poner atención
Si te inicias en la escalada en roca, no sólo te fortalecerás físicamente, sino que también podrás emprender un viaje de autodescubrimiento, de conocerte a ti mismo y habitar el cuerpo. A menudo la gente habla de que escalar rocas es como una meditación activa, un estado de fluidez, donde el tiempo no existe. Una vez que estás en la roca (o en la pared interior), todo desaparece. Una mente parlanchina se vuelve más tranquila. El momento presente y la conciencia de lo que hay delante de ti y de tu entorno se vuelven más nítidos. Tienes que enfrentarte a ti mismo, a tus emociones crudas y a tus sombras. Estás en el momento presente. Estás vivo.
¿Te suena algo de esto cuando practicas asanas de yoga, meditación o respiración?
Propiocepción
Muchas veces no estamos tanto en el cuerpo como en la cabeza. Tanto la escalada como especialmente el yoga son hermosas herramientas para devolver nuestra atención al cuerpo y explorar pequeñas sutilezas mientras movemos el cuerpo en el espacio.
Conciencia del centro de gravedad, equilibrio, coordinación: las cosas que se practican en la estera de yoga también son muy útiles al escalar rocas. Muy a menudo tienes que pararte y mantener el equilibrio sobre los dedos de un pie y alcanzar un asidero superior cuando escalas rocas. ¿Recuerdas la pose de los bailarines o del árbol? Sólo algunas de las muchas posturas de equilibrio en la práctica de asanas de yoga que podrían complementar maravillosamente tu práctica de escalada en roca.
Respiración
La conciencia de la respiración juega un papel importante no sólo en el yoga sino también en la escalada. Cuando nos enfrentamos a una situación estresante (tal vez cuando estamos muy por encima del suelo mientras escalamos una roca), la respiración puede acelerarse o incluso contener la respiración por un tiempo. Podemos manipular la respiración respirando más lento y más tranquilo para que nuestro sistema nervioso sepa que todo está bien, que estamos seguros donde estamos en ese momento. Respirar de manera óptima también podría permitirnos escalar de manera más eficiente, estar más en el momento y permitir que el cuerpo reciba suficiente oxígeno.
Ahora, tómate un momento para respirar con calma, llena tus pulmones de oxígeno, siente cómo los pulmones se expanden en todas direcciones. Aguante la respiración por un momento y luego, sin prisa, exhale todo.
Repita dos veces más. Y sonríe.
Lesiones más comunes en la escalada.
Además de la técnica y el momento presente, en la práctica de la escalada pueden surgir lesiones que impidan disfrutar de tu pasión como:
- Lesiones de muñeca, mano y dedos.
- Rotura del tendón flexor de la mano.
- Lesiones de poleas.
- Lesiones en el hombro.
- Lesiones de codo.
- Epicondilitis en escaladores.
- Lesión en el ligamento colateral.
Estiramientos, alimentación, descanso y una práctica responsable te permiten disfrutar de tu pasión de modo seguro.
Desde Anahata Terapias Manuales trabajamos en la prevención de lesiones y en la práctica segura. Un masaje descongestionante a tiempo o el masaje deportivo antes y después de la actividad puede ayudarte a rendir más en tu actividad y minimizar el riesgo de lesión. Visita nuestra web osteopatiajordirubio.es y escoge la opción que más se adapte a tu necesidad.
Las montañas no son estadios donde satisfago mi ambición de logros, son las catedrales donde practico mi religión