El ser humano tiene sus raíces en un ecosistema natural, rodeado de la energía vital y universal, que le permite vivir en armonía y equilibrio. Pero, con el tiempo, esta situación ha ido cambiando de la misma forma que lo ha ido haciendo la evolución y el progreso.
Las personas nos hemos alejado de nuestras raíces que nos unen a la Tierra Madre, y la hemos sustituido por el asfalto, el hierro y el hormigón, perdiendo por completo el equilibrio y la armonía. Aun así, nuestra mente busca permanentemente alternativas energéticas, y suele hacerlo en otros seres humanos por compensación.

El vampirismo energético (llamado así por su afinidad con el mito literario del vampiro) es un fenómeno particular que se produce entre personas y ocurre cuando una de ellas se alimenta de la energía de otra, ya sea en su entorno familiar, su trabajo o en su círculo social. Esta energía fluye constantemente y nos sentimos atraídos por ella, en ocasiones con la intención de ayudar. Aunque también hay lógica en sentir rechazo hacia estas personas, pues también significa que alguien se llevó nuestra energía vital, y eso puede hacernos sentir mal.

En ocasiones nos sentimos agotados y sin energía, con baja capacidad de concentración y la impresión de que no podemos avanzar. Estos son indicadores de desgaste energético por «vampirismo». Se trata de un fenómeno únicamente físico, no emocional y sucede cuando una persona con baja frecuencia se aprovecha energéticamente de otra persona con alta frecuencia, para absorberla su energía y agotarla.

El Reiki, ni cualquier otra terapia alternativa no puede evitar este fenómeno, pero sí puede ayudarnos a recuperar nuestra energía vital y el equilibrio energético. Mediante la técnica de la imposición de manos, el Reiki introduce la energía universal a través de los canales de acceso energético de nuestro cuerpo y restableciendo así su equilibrio energético. Esta técnica es segura, sin efectos secundarios ni contraindicaciones, siendo compatibles con cualquier otro tipo de terapia o tratamiento.

No es necesario desnudar a la persona durante la aplicación, pues la energía penetra a través de cualquier cosa.
El Reiki es un recurso óptimo para equilibrar los siete chakras principales, que están localizados desde la base de la columna a la parte superior de la cabeza. Además, el Reiki está incorporado al contexto de las prácticas terapéuticas alternativas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).